Hay varias palabras en el mundo evangélico que están de moda.
Cada año cambiamos nuestra terminología para encajar con los tiempos. Hay algunas frases que se empiezan a usar para ser más relevantes. Puede ser que cambiamos el nombre de nuestros “grupos pequeños” a “grupos de células”. O, aun, hay muchos que dejan a un lado el título “cristiano” y prefieren algo como “seguidor de Cristo”. Confieso que dentro de mí hay un poco de rebeldía en contra de esta moda. Entiendo que nuestras palabras son importantes. Sin embargo, el significado tras la palabra es sumamente más importante que el término mismo.
En este momento, estamos en el proceso de plantar una iglesia en Guatemala. Esto nos da la oportunidad de plantear términos precisos, que describen verdaderamente lo que estamos haciendo y por qué lo estamos haciendo. Uno de los términos que hemos decidido usar es comunidad misional. Nuestro anhelo en usar este termino es que se entienda más lo que se requiere en la vida del cristiano. Sin embargo, reconocemos que usar un nuevo término requiere explicación.