Iglesia Reforma

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El liderazgo de Jesús

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El liderazgo de Jesús Steven Morales

Marcos 6:30-56

30 Los apóstoles se reunieron con Jesús, y Le informaron sobre todo lo que habían hecho y enseñado. 31 Y El les dijo: Vengan, apártense de los demás a un lugar solitario y descansen un poco. Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer. 32 Y se fueron en la barca a un lugar solitario, apartado. 33 Pero la gente los vio salir, y muchos los reconocieron y juntos corrieron allá a pie de todas las ciudades, y llegaron antes que ellos.

34 Al desembarcar, Jesús vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. 35 Y cuando ya era muy tarde, Sus discípulos se acercaron a El, diciendo: El lugar está desierto y ya es muy tarde; 36 despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y se compren algo de comer.

37 Denles ustedes de comer, les contestó Jesús. Y ellos Le dijeron: ¿Quieres que vayamos y compremos 200 denarios de pan y les demos de comer? 38 Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan y vean. Y cuando se cercioraron le dijeron: Cinco panes y dos peces.

39 Y les mandó que todos se recostaran por grupos sobre la hierba verde. 40 Y se recostaron por grupos de cien y de cincuenta. 41 Entonces El tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, los bendijo; partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran; también repartió los dos peces entre todos.

42 Todos comieron y se saciaron. 43 Recogieron doce cestas llenas de los pedazos, y también de los peces. 44 Los que comieron los panes eran 5,000 hombres.

45 Enseguida Jesús hizo que Sus discípulos subieran a la barca y fueran delante de El al otro lado, a Betsaida, mientras El despedía a la multitud. 46 Después de despedirse de ellos, se fue al monte a orar. 47 Al anochecer, la barca estaba en medio del mar, y El estaba solo en tierra. 48 Y al verlos remar fatigados, porque el viento les era contrario, como a la cuarta vigilia de la noche, fue hacia ellos andando sobre el mar, y quería pasarlos de largo.

49 Pero cuando ellos Lo vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar; 50 porque todos Lo vieron y se turbaron. Pero enseguida El habló con ellos y les dijo: ¡Tengan ánimo; soy Yo, no teman! 51 Subió con ellos a la barca, y el viento se calmó; y ellos estaban asombrados en gran manera, 52 porque no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada.

53 Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret, y atracaron en la orilla. 54 Cuando salieron de la barca, la gente enseguida reconoció a Jesús, 55 y recorrieron apresuradamente toda aquella región, y comenzaron a traer a los enfermos en sus camillas adonde oían decir que El estaba. 56 Dondequiera que El entraba en aldeas, ciudades o campos, ponían a los enfermos en las plazas, y Le rogaban que les permitiera tocar siquiera el borde de Su manto; y todos los que lo tocaban quedaban curados.