Lentes del evangelio
La Biblia tiene muchos mandamientos y advertencias sobre la manera en que debemos vivir. Muchos de nosotros hemos leído la Biblia por años como si fuera “La Biblia: Las normas y practicas para vivir una buena vida”. El problema con ver la Biblia de esta manera es que su propósito principal no es enseñarnos lo que debemos hacer, sino lo que Dios ya ha hecho por nosotros. La Biblia no se trata de nosotros, se trata de Jesús. Él es el personaje central en la Biblia.
Esto no significa que los mandamientos no son importantes, sino que solo al entender el verdadero propósito de la Biblia (que no es simplemente cumplir con las reglas o normas), podremos verdaderamente estudiar y examinar cómo es que la Biblia sí nos anima a vivir nuestra vida.
En la gran mayoría del Nuevo Testamento, los imperativos son edificados sobre los indicativos. Un indicativo es un hecho ya cumplido que a menudo sigue teniendo algún impacto o influencia: indica una realidad verdadera. Un imperativo es un mandamiento, es una acción que uno debe tomar. En la Biblia, los imperativos, los mandamientos que tú y yo debemos obedecer, siempre están edificados sobre los indicativos, las realidades verdaderas que ya fueron hechas por alguien más para nosotros.